Consejería de Educación de la Junta de Andalucía

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jueves, 16 de mayo de 2013

Historia del cassette


El audio casete compacto es un medio para el almacenaje de audio que fue introducido en Europa por la empresa Philips  en1963, y en los Estados Unidos  en 1964, bajo marca registrada con el nombre de «compact cassette». Aunque había otros sistemas de cartucho de cinta magnética en ese entonces, el casete compacto llegó a ser dominante como resultado de la decisión de Philips (en respuesta a la presión de Sony) de licenciar el formato gratuitamente. Se convirtió entonces en una alternativa popular y re-grabable al disco de vinilo durante los años setenta.

Introduccion de los casetes de musica

Sin embargo, este había sido inicialmente diseñado para dictado y uso portátil; y la calidad de los primeros reproductores no era adecuada para la música. Adicional a ello los primeros modelos tenían fallos de diseño mecánico. En 1971, Advent Corporation introdujo su modelo 201 que combinó la reducción de ruidos Dolby tipo B con una cinta de dióxido de carbono (CrO2). El resultado fue un formato apto para el uso musical y el comienzo de la era de casetes y reproductores de alta fidelidad.La producción en masa de Audio Casetes Compactos comenzó en 1964 en HannoverAlemania. Los casetes de música pregrabada, también conocidos como Musicasetes (abreviado M.C.); fueron lanzados en Europa en finales de 1965. Los musicasetes fueron introducidos en Estados Unidos en septiembre de 1966 con una oferta inicial de cuarenta y nueve (49) títulos por The Mercury Record Company, una filial estadounidense de Philips
Durante los años ochenta, la popularidad del casete creció más como resultado de las grabadoras portátiles de bolsillo y los reproductores hi-fi como el Walkman de Sony, cuyo tamaño no era mucho mayor que el del propio casete.
Aparte de los avances puramente técnicos de los casetes, éstos también sirvieron como catalizadores para el cambio social. Su durabilidad y facilidad de copiado ayudaron a traer música underground rock y punk detrás del Telón de Acero, creando un equilibrio para la cultura occidental entre las generaciones más jóvenes. Por razones similares, los casetes llegaron a ser populares en países en desarrollo. En los años setenta en la India, fueron culpados de traer influencias indeseadas en áreas tradicionalmente religiosas.[cita requerida]
La tecnología del casete creó un mercado en crecimiento para la música popular en la India, criticado por conservadores mientras que creaba un mercado enorme para las compañías legítimas de la grabación y las cintas pirateadas.

Historia de la píldora anticonceptiva en el mundo


ESTADOS UNIDOS
El 10 de junio de 1957, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos aprobó Enovid 10 mg (9.85 mg noretinodrel y 150 µg mestranol) para trastornos menstruales, basado en datos de su uso por más de 600 mujeres. Numerosos ensayos anticonceptivos adicionales mostraron que Enovid era altamente efectivo a dosis de 10, 5, y 2,5 mg. La FDA negó considerar la aplicación hasta que Searle accediera a retirar las formas de dosificación más bajas de la aplicación. El 9 de mayo de 1960, la FDA anunció que iba a aprobar el uso de Enovid 10 mg como anticonceptivo, y lo hizo el 23 de junio de 1960, momento en el cual 'Enovid 10 mg había estado en uso general por tres años tiempo durante el cual, que por estimaciones conservadoras, al menos medio millón de mujer lo había usado.22 35 42
Aunque la FDA ya lo había aprobado para su uso como anticonceptivo, Searle nunca comercializó Enovid 10 mg como anticonceptivo. Ocho meses después, el 15 de febrero de 1961, la FDA aprobó Enovid 5 mg para su uso como anticonceptivo. En julio 1961, Searle finalmente comenzó a comercializar Enovid 5 mg (5 mg noretinodrel and 75 µg mestranol) a los médicos como un anticonceptivo.
Aunque la FDA aprobó el primer anticonceptivo oral en 1960, los anticonceptivos no estaban disponibles para todas las mujeres casadas en todos los estados hasta Griswold v. Connecticut en 1965 y no estaban disponibles para todas las mujeres solteras en todos los estados hasta Eisenstadt v. Baird en 1972.
El primer caso publicado de un informe de un coágulo y tromboembolismo pulmonar en una mujer usando Enavid (Envoid 10 mg en EE.UU.) at una dosis de 20 mg/día no apareció hasta novimebre de 1961, cuatro años después de su aprobación, para cuando ya había sido usada por más de un millón de mujeres. Tomaría casi una década de estudios epidemiológicos para establecer concluyentemente un incremento del riesgo de trombosis venosa en usuario de anticonceptivos orales y un incremento en el riesgo de accidentes cerebrovasculares e infartos agudos de miocardio en usuario de anticonceptivos orales que fumen o tengan hipertensión u otros factores de riesgo cardiovasculares o cerebrovasculares. Estos riesgos de los anticonceptivos orales fueron dramatizados en el libro de 1969 The Doctors' Case Against the Pill (El caso de los médicos contra la píldora) por la periodista feminista Barbara Seaman quien ayudó organizar laa audiencias de la píldora de Nelson de 1970 convocada por el senador Gaylord Nelson.45 Las audiencias fueron realizadas por los senadores que eran todos hombres y los testigos en la primera ronda de audiencias eran todos hombres, llevando a Alice Wolfson y otras feministas a protestar las audiencias y generar atención de los medios.Su trabajo llevó a la ordenanza de incluir prospectos para el paciente con los anticonceptivos orales para explicar sus posibles efectos secundarios y riesgos para ayudar facilitar un consentimiento informado. Las dosis de anticonceptivos orales estándares de hoy contienen una dosis de estrógeno un tercio inferior a las primeras pastillas anticonceptivas comercializadas y contienen dosis más bajas de diferentes, y más potentes progestinas en una variedad de formulaciones. Se ha vuelto fácil conseguir una prescripción de un médico; y un método típico cuesta entre US$15 a $50 por mes.
Muchos economistas argumentan que la disponibilidad de la Pastilla Anticonceptiva condujo a un incremento de mujeres en la mano de obra. Ya que la pastilla permitió que las mujeres tuvieran relaciones sexuales mientras desarrollaban su carrera profesional. Se le da crédito como uno de los factores de la revolución tranquila.

CANADÁ 
La píldora anticonceptiva oral combinada, como también otros métodos anticonceptivos, fue legalizada en Canadá en 1969.
AUSTRALIA
El primer anticonceptivo oral introducido fuera de los Estados Unidos fue el Anovlar de Schering (acetato de noretisterona 4 mg + etinilestradiol 50 µg) el 1 de enero de 1961 en Australia.

ALEMANIA 
El primer anticonceptivo oral introducido en Europa fue el Anovlar de Schering el 1 de junio de 1961 en Alemania Occidental. La baja dosis hormonal, aún en uso, fue estudiada por el ginecólogo belga Ferdinand Peeters. Posteriormente, Gergory Pincus cambió su Enovid, en julio de 1961, a la misma dosis.

REINO UNIDO
Antes de mediados de 1960, el Reino Unido no requería aprobación de pre-comercialización de los medicamentos. La Asociación de Planificación Familiar (Family Planning Association) (FPA) británica a través de sus clínicas era el proveedor principal de servicios de planificación familiar en Gran Bretaña y proporcionaba sólo anticonceptivos que estuvieran en su lista de anticonceptivos aprobados (establecido en 1934). En 1957, Searle empezó a comercializar Enavid (Enovid 10 mg en los Estados Unidos) para trastornos menstruales. También en 1957, la FPA estableció un Consejo para la Investigación de Control de la Fertilidad (Council for the Investigation of Fertility Control) (CIFC) para probar y monitorear los anticoncceptivos orales que empezaron con la experimentación de anticonceptivos orales en animales y en 1960 y 1961 empezaron tres granes ensayos clínicos en Birmingham, Slough, y Londres.
En marzo de 1960, la FPA de Birmingham empezó ensayos de noretinodrel 2.5 mg + mestranol 50 µg, pero inicialmente ocurrió una alta tasa de embarazo cuando las pastillas contuvieron accidentalmente sólo 36 µg de mestranol-los ensayos fueron continuados con noretinodrel 5 mg + mestranol 75 µg (Conovid en Gran Bretaña, Enovid 5 mg en EE.UU.). En agosto de 1960, la FPA de Slough empezó ensayos de noretinodrel 2.5 mg + mestranol 100 µg (Conovid-E en Gran Bretaña, Enovid-E en EE.UU.).54 En mayo de 1961, la FPA de Londres empezó ensayos con el Anovlar de Schering.
En octubre 1961, por recomendación del Consejo Asesor Médico (Medical Advisory Council) de su CIFC, la FPA añadió el Conovid de Searle a su lista de anticonceptivos aprobados. El 4 de diciembre de 1961, Enoch Powell, el aquel entonces Ministro de Salud, anunció que la pastilla anticonceptiva Conovid a través del Servicio Nacional de Salud (NHS) a un precio subvencionado de 2s por mes. En 1962, el Anovlar de Schering y Conovid-E de Searle fueron agregados a la lista de anticonceptivos aprobados de la FPA.
La pastilla anticonceptiva está actualmente disponible de forma gratuita en el NHS - los anticonceptivos prescritos están exentos del pago del valor de prescripciones del NHS.

FRANCIA 
El 20 de diciembre de 1967, la Ley Neuwirth legalizó la anticoncepción en Francia, incluyendo la píldora. La píldora es el método anticonceptivo más popular en Francia, especialmente en las mujeres jóvenes. Da cuenta del 60% de los anticonceptivos usados en Francia. La tasa de abortos ha permanecido estable desde la introducción de la píldora.








Orígenes del marcapasos


La historia de la investigación cardíaca ha crecido en forma escalonada. Las primeras ideas e inventos condujeron al desarrollo de instrumentos y máquinas cada vez más complejos. El uso de electricidad para estimulación del corazón a fines del siglo XIX y principios del siglo XX provocó muchas ideas. Existe mucha controversia acerca de quién fue el primero en inventar el marcapasos artificial. Se cree que el Doctor Albert S. Hyman es el creador, pero parece haber evidencias de que él no fue el primero. Un médico australiano llamado Mark C. Lidwill, junto al Doctor Edgar Booth, construyeron un marcapasos portátil. Este equipo fue presentado en 1931, mientras que Hyman desarrolló su dispositivo entre 1930 y 1931. El aparato de Lidwill poseía un electrodo aplicado a la piel y otro en la cámara cardíaca apropiada.

Ya en 1954 se utilizaron marcapasos cardíacos. La estimulación se realizaba a través de electrodos superficiales ubicados sobre la piel, los cuales dejaban incómodas quemaduras eléctricas durante unos días. Posteriormente, se intentaron utilizar cables que pasaban a través de la piel para activar directamente el músculo cardíaco, pero las infecciones alrededor de los cables dieron origen a un problema que no pudo resolverse. Finalmente, el Doctor Rune Elmqvist diseñó el primer marcapasos implantable.


 El primer marcapasos incluía un generador de pulsos que entregaba una tensión de aproximadamente 2 volts durante un período de 2 milisegundos. Los transistores originales mostraron grandes fugas de corriente, por lo tanto se desarrollaron dos tipos nuevos para colocarlos en su lugar. La corriente de carga provenía de un generador de radiofrecuencia basado en un tubo de vacío. Teóricamente, una carga que se realizaba durante la noche, era suficiente para casi cuatro meses. Sin embargo, en la práctica duraba un mes.
Arn Larsson fue el afortunado receptor del primer marcapasos implantable, un paciente de 43 años de edad que sufría de ataques de Adams-Stokes. Su condición era tan mala que requería 30 resucitaciones por día. El Doctor Ake Senning le implantó un marcapasos el 8 de octubre de 1958. Luego de su operación, el señor Larsson no tuvo más complicaciones y actualmente lleva una vida activa (reportes de 1996).

Los orígenes del láser




Hace cincuenta años, el 16 de mayo de 1960, Theodore Maiman, de los Laboratorios de Investigación Hughes, consiguió fabricar el primer láser operativo. El logro ponía fin a una carrera que había ocupado a investigadores y laboratorios durante varios años. Si bien es cierto que la aparición del láser marcó el inicio de una nueva era científica y técnica, sus orígenes, al igual que los de tantos otros hitos científicos, no se dejan circunscribir a una fecha concreta o a un único protagonista.
Según la versión de los Laboratorios Bell, el acontecimiento clave se remonta a 1958. En diciembre de ese año aparecía en Physical Review Letters un artículo en el que Arthur L. Schawlow y Charles H. Townes (investigador y asesor de los Laboratorios Bell, respectivamente) sentaban los principios de un hipotético amplificador de luz basado en el fenómeno de emisión estimulada de radiación. Los autores solicitaron entonces la patente del dispositivo, al cual bautizaron como "máser óptico" (el nombre se debía a una técnica previa para la amplificación de microondas). La licencia, sin embargo, no les sería adjudicada hasta 1960.
Por aquel entonces, Gordon Gould, estudiante de doctorado de la Universidad de Columbia, en Nueva York, ya había desarrollado sus propias ideas para la fabricación de un láser. Su trabajo data de 1957, como demuestra el registro notarial que hizo de sus apuntes, donde acuñaba el término "láser" como acrónimo de Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation. En un principio Gould no solicitó la patente, convencido de que antes debía fabricar un modelo experimental. Cuando lo hizo, en 1959, la Oficina de Patentes estadounidense ya se hallaba deliberando sobre la solicitud de los Laboratorios Bell. Habrían de transcurrir veinte años de amargas disputas hasta que Gould lograse la adjudicación de varias licencias relacionadas con el invento.
En su artículo, Schawlow y Townes proponían la idea de disponer espejos en los extremos de una cavidad en la que un medio óptico previamente excitado emitiría luz. La radiación se reflejaría sucesivamente en los espejos, con lo que todos los fotones se alinearían en una misma dirección. Además, el tamaño de los espejos y de la cavidad podría ajustarse para seleccionar una única frecuencia de emisión.
Theodore Maiman fue uno de los lectores del artículo que decidió comprobar la viabilidad de la idea. Eligió un cristal de rubí como medio óptico y lo emplazó entre dos espejos de plata. Para conseguir la excitación en el cristal, dispuso a su alrededor una potente lámpara de destellos. El dispositivo funcionó. Por fin, el láser se había convertido en algo más que un proyecto teórico basado en un postulado sugerido por Albert Einstein en 1917.
Decepcionados, los Laboratorios Bell no tardarían en ponerse manos a la obra. Al poco tiempo mejoraron el prototipo de Maiman con la fabricación de un láser que operaba de manera continua en vez de pulsada.
Con independencia de su polémico origen, la aparición del láser desencadenó una avalancha de patentes e innovaciones que aún continúa a día de hoy. Su importancia no pasó desapercibida: en 1964, el premio Nobel de Física fue a parar a manos del mismo Townes y de Nicolay G. Basov y Aleksandr M. Prokhorov, del Instituto Lebedev de Moscú, por sus contribuciones al máser y el subsiguiente desarrollo del láser.
El énfasis del Nobel de 1964 recayó en el trabajo fundamental en el campo de la electrónica cuántica y en las nuevas posibilidades que ofrecía el láser para el estudio de la interacción entre radiación y materia. Algo muy cierto, como demostrarían los posteriores galardones concedidos a Schawlow en 1981 por sus aportaciones al desarrollo de la espectroscopía láser [véase "El espectro del átomo de hidrógeno", por T. W. Hänsch, A. L. Schawlow y G. W. Series, en este mismo número], a Steven Chu en 1997 por el desarrollo de métodos para enfriar y atrapar átomos con luz láser ["Trampa de láser para partículas neutras", por S. Chu] y, en 2005, a Theodor W. Hänsch y John L. Hall por sus contribuciones a la teoría cuántica de coherencia óptica y al desarrollo de la espectroscopía de precisión basada en láser, incluyendo la técnica de peines de frecuencia óptica ["Reglas de luz", por S. Cundiff, J. Ye y J. L. Hall].
Sin embargo, lo que la Comisión Nobel no llegó a intuir en 1964 fue el enorme potencial práctico del láser, cuyo logro llegó a describirse en 1960 como "una solución en busca de un problema". A día de hoy, los láseres, ya sean semiconductores del tamaño de un grano de arena o construcciones del tamaño de un edificio, se emplean en cientos de aplicaciones: desde cortar y soldar metales hasta sanar el tejido ocular, leer códigos de barras o grabar y reproducir discos compactos [véase "Tijeras y pinzas de láser", por M. W. Berns; "La próxima generación de discos compactos", por A. D. Bell, y "Lectores de códigos de barras", por M. Fischetti, entre otros]. La transmisión con láser de datos por fibra óptica ha revolucionado las telecomunicaciones ["Fibras ópticas", por J. MacChesney, y "Láseres ultralargos", por J. D. Ania Castañón] y es probable que no tarde en llegar el día en que los láseres semiconductores transformen radicalmente el mundo de la computación ["Láseres de silicio", por B. Jalili].
Sirva esta compilación de artículos publicados en Investigación y Ciencia para celebrar el quincuagésimo aniversario de tan revolucionario invento.